Supongo que os acordaréis, hace unos días estuvimos en mitad de la Sierra de Guadarrama con unas condiciones horribles, tanto que decidimos retirarnos. Pero somos muy cabezones y hoy hemos vuelto a por el segundo asalto. Héctor y yo hemos quedado con Fernando a las ocho de la mañana en el Párking de Cotos, es decir, a la misma hora y en el mismo lugar que en la otra ocasión.
Así que me ha tocado madrugar de nuevo. Una hora antes tenía que estar en una parada del Metro del centro de Madrid con Héctor, nos vamos a ir a desayunar al bar de sus padres. Me tomo un par de tostadas de aceite de oliva con tomate, mi desayuno favorito, y su padre nos regala a cada uno un bocadillo de tortilla de patatas recién hecho... ¡Qué buena idea lo de ir a desayunar con Héctor!
Con el estómago lleno subimos en su coche hacia la Sierra. Poco a poco vamos ganando altura hasta llegar al Párking de Cotos, a 1.830 metros. Allí no espera Fernando, que prevé un buen día. Preparamos la mochila y nos vamos.
Apenas queda nieve en el camino y hay tanto hielo que es fácil escurrirse, es más, mi culo besa el suelo tres veces, pero sin peores consecuencias, me rio y digo la típica gracia "¡nada, que creía que había un euro!".
Al poco tiempo llegamos a la base del Circo de Peñalara. Hoy sí que podemos contemplar lo espectacular del mismo, las pocas nubes que hay en el cielo apenas impiden que un Sol radiante nos muestre los corredores en los que nos vamos a meter. Nos ponemos los crampones y empezamos a subir muy motivados.
Primero nos hacemos un corredor bastante asequible pero con bonito (Corredor de la Ceja), que abandonamos a la altura de la salida del Tubo del Robot. Aprovechando un gran bloque de piedra montamos un rápel para bajar el último para luego subirlo. Se trata de un corredor bastante guapo, cortito (sólo 60 metros... ¡cuando lo terminas te quedas con ganas de más!) pero con una inclinación media de 60º.
Cuando lo terminamos paramos cinco minutos a beber agua, el Sol casca bien y es muy importante hidratarse en montaña. Pero en seguida nos ponemos en marcha de nuevo y nos dirigimos hacia la cima de la Hermana Mayor por los corredores de la cara NE... También muy guapos y asequibles, aunque con algunos resaltes bastante justitos de hielo en los que había que apretar y tirar más bien del musgo-tracción (técnica que consiste en clavar la hoja del piolet en esas plantas, increíble, pero aguanta casi más que el hielo).
Después las últimas palas de nieve y llegamos a la cima de la Hermana Mayor (2.285 metros), entre las provincias de Madrid y Segovia. ¡Y encima con un tiempo espectacular! Casi lo mismo que el otro día...
Pero no tenemos tiempo que perder, dejamos el vértice geodésico que indica la cima a un lado para bajar por el Tubo Central de Peñalara. Todavía queremos hacer más: una pequeña cascada de hielo que sale a la derecha conforme se baja del corredor. Con los dos piolets, crampones y perfectamente encordados la subimos, montamos un rápel y ¡otra vez pa' bajo! Hemos aprovechado bastante bien el día y, por supuesto, he hecho un vídeo, si lo queréis ver lo tenéis allí debajo:
P.D.: Todas las fotos excepto la primera (que la podéis encontrar en este blog) las ha hecho Héctor.
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