sábado, 23 de octubre de 2010

La Maliciosa no lo es tanto

La Maliciosa, con sus 2.227 metros, se trata de una de las montañas más importantes y altas de la Sierra de Guadarrama. Ese ha sido mi último objetivo. Tenía desde hace ya bastante tiempo ganas de hacer algo de montañismo por esa cordillera y, aprovechando que estaba en Madrid, no podía resistirme.

Así que, con el libro de rutas bajo el brazo, tiré hacia el Puerto de Navacerrada, desde allí empezará la ascensión. Antes pasamos por la Fuente de los Geólogos, un monumento que fue construido en 1932 homenajeando a los primeros geólogos que estudiaron la Sierra de Guadarrama. Aquí siempre parábamos cuando solía ir en pleno invierno a la nieve con mis padres, mi hermana y mis primas a tirarnos con los trineos. Cuando era un mico todos los años íbamos algún fin de semana, ¡qué bien me lo pasaba!

Ahora ya no queda nieve, todavía tenemos que esperar unos meses para ver esas montañas nevadas, pero eso no evita que me lo pase igual de bien. Salimos del aparcamiento del Puerto de Navacerrada (¡que no el pueblo! esta mañana de que no es lo mismo). Aunque no había ni una sola nube en el cielo el Sol no calienta mucho, hace un día más bien fresquito.


En esta ocasión nadie me acompaña, pero no voy solo, ni mucho menos, hay bastante gente. Subo sin muchas dificultades hasta la cima de la Bola del Mundo, una montaña de más de dos metros bastante diferente a lo que estoy acostumbrado. Hasta allí llega una pista perfectamente asfaltada, en la cima hay unas antenas de radio y televisión, una de sus caras está llena de los telesillas para esquiadores... Desde allí vi que en el camino hacia la Cabeza de Hierro Mayor (un pico de 2.380 metros, mi objetivo inicial) había demasiada gente y, sin embargo, el camino a La Maliciosa estaba prácticamente desierto, ¡no hay más que hablar!


Tras cruzarme solamente a un par de personas de repente veo un grupo de por lo menos treinta personas y muy bajitos, más de lo normal. Cuando me acerco me doy cuenta de lo que pasa, son escolares de, quizás, tres o cuatro años más pequeños que yo... ¡y no los había visto desde abajo! Me quedé flipao, ojalá mi colegio me hubiese llevado a estos sitios.

La ascensión no tiene dificultades técnicas, simplemente es una caminata con algo de desnivel y terreno pedregoso en el último tramo. Sin muchos problemas llegué al vértice geodésico que indicaba la cima donde me senté un rato, no había parado desde que comencé a andar. Un trago de agua y a bajar casi corriendo. Me he hecho La Maliciosa en menos de dos horas (incluida la bajada y las paradas), no me gustan las marcas en las montañas, pero no estoy compitiendo, lo hago para entrenar. Es más, podía haber ido más rápido, pero me quedé envelesao sentado en la cima un buen rato.


Desde la allí se pueden ver una de las vistas más "amplias y hermosas" de la Sierra de Guadarrama (según Raúl Lora en su libro "50 ascensiones clásicas"). Incluso se ve Madrid al fondo. La foto que veis justo abajo está tomada desde la cima mirando hacia el embalse de Manzanares.


Al llegar de nuevo al Párking de Navacerrada, donde me espera mi padre. Nos compramos un bocadillo y, aprovechando la compañía, a hablar mucho... ¡que he estado casi dos horas sin decir otra cosa que "hola" y/o "buenas" a las personas con las que me cruzaba!